El conocimiento como creencia verdadera justificada: nuevos contraejemplos à la Gettier y algunos intentos de respuesta
En
un post anterior se aludía al desafío que suponían los ejemplos
formulados por el filósofo Edmund Gettier a la definición tradicional de
"conocimiento" como "creencia verdadera justificada". Los dos
contraejemplos presentados por este autor en 1963 se han visto
enriquecidos con nuevas aportaciones, y han traído de cabeza, desde
entonces, a una nutrida pléyade de epistemólogos, que han tratado de
responder a este desafío desde distintos enfoques. En esta entrada se
van a presentar algunos otros contraejemplos à la Gettier
formulados por distintos autores. Además, se mencionarán ciertos
intentos de respuesta a Gettier, intentos argumentados desde
perspectivas diferentes e incluso contrapuestas. Más adelante, en una
entrada posterior, se comentarán las propuestas encaminadas no a
solucionar, sino a disolver la supuesta importancia de los
ejemplos de Gettier mediate una reformulación de la definición de lo qué
sea conocimiento o a través de una relativización teórica y empírica de
este concepto. Una información ampliada sobre estos apartados se puede
encontrar en esta entrada de la Wikipedia y en esta otra de la Internet Encyclopedia of Philosophy.
A
partir de la presentación en sociedad de los dos ejemplos de Gettier,
que desafiaban la definición del conocimiento como una creencia
verdadera y justificada, otros pensadores han aportado sus propios
contraejemplos, en la misma línea formal y narrativa que los de Edmund
Gettier. Veamos algunos ejemplos.
El contraejemplo de La oveja en el campo,
de Roderick Chisholm. Supóngase que alguien se encuentra en un prado
contemplando lo que parece ser una oveja, aunque, de hecho, se trata de
un perro disfrazado de oveja. Esa persona cree, a partir de esa
percepción, que hay una oveja en el prado. Y en realidad está en lo
cierto, porque hay una oveja detrás de una colina en mitad del prado (y
se supone que la persona no puede verla). Por tanto, el observador tiene
la creencia verdadera y justificada de que hay una oveja en el campo.
Pero, ¿es realmente esa creencia un conocimiento? Un ejemplo similar,
pero con vacas en lugar de con ovejas, es el que presenta Martin Cohen
en su libro 101 Problemas de Filosofía.
La imagen de la oveja se ha obtenido de la página http://www.10imagenes.com/
La image del granero pertenece a la página http://www.arqhys.com/
El contraejemplo de Los graneros falsos,
de Alvin Goldman. Imagínese que una persona está conduciendo por el
campo -parece que los escenarios rurales se prestan particularmente bien
a estos contraejemplos- y contempla lo que parece ser exactamente un
granero. Por lo tanto, esta persona piensa que está viendo un granero. Y
de hecho eso es exactamente lo que está haciendo. Pero lo que ignora es
que casi todo el vecindario consiste en graneros falsos, esto es,
fachadas de graneros diseñadas para parecer exactamente como si fueran
graneros reales cuando se observan desde la carretera. Si nuestro
conductor hubiese estado observando una de estas fachadas falsas, habría
sido incapaz de apreciar la diferencia; por lo tanto, su "conocimiento"
de que estaba viendo un granero podría parecer escasamente
fundamentado.
La imagen de las cerillas procede de la página http://www.puzzleclopedia.com/
El contraejemplo de El pirómano,
de Brian Skyrms resulta algo artificioso, pero mantiene la estructura
formal y argumental de los ejemplo anteriores. Un pirómano echa mano de
una caja de cerillas que sabe son muy fiables. Nuestro personaje posee
una excelente evidencia de la fiabilidad de estas cerillas en el pasado,
tanto como de que las presentes condiciones (aire limpio y cerillas
secas) son las idóneas si pretende encender con éxito una de esas
cerillas. Por ello, tiene una buena justificación para creer que si
extrae una cerilla de la caja y procede a encenderla, la cerilla se
encenderá. Sin embargo, el pirómano no se ha dado cuenta de que esa
cerilla en particular contiene impurezas y que no se encendería si no
fuese por el repentino y extraño impacto de la radiación Q sobre la
cerilla en el momento exacto en que aquél la roza contra la caja para
encenderla. Así, su creencia es verdadera y está bien justificada. Pero,
¿es conocimiento?
2. Algunas respuestas a los contraejemplos Gettier
La tesis de las premisas falsas
Un
primer intento de desarticular los ejemplos presentados por Gettier es
la tesis de las "falsas premisas". Según esta tesis, las creencias
verdaderas y justificadas de los ejemplos de Gettier son inferidas o
implicadas a partir de creencias justificadas pero falsas (como
"Jones logrará el trabajo", en el caso I, y "Jones tiene un Ford" en el
caso II). De este modo, la definición de "conocimiento podría ser
reconstruida con facilidad, de modo que el conocimiento sería una
creencia verdadera justificada que no depende de premisas falsas. En lenguaje semiformal:
La creencia del sujeto S de que p (una afirmación sobre algo) no puede inferirse desde ninguna falsedad.
Sin
embargo, esta solución es problemática, porque pueden construirse
nuevos ejemplos tipo Gettier en los cuales la creencia verdadera
justificada no es el resultado de un razonamiento que proceda desde una
premisa falsa. Puede verse uno de estos contraejemplos inmunizados
frente a falsas premisas en el apartado 4 (No False Lemmas) de la entrada The Analysis of Knowledge, en la Stanford Encyclopedia of Philosophy.
Las tesis de la cuarta condición (CVJ + X)
Este
conjunto de tesis agrupa los intentos más importantes hechos hasta la
fecha para tratar de desarticular el desafío epistemológico de Gettier.
Estas argumentaciones tratan de buscar una llamada "cuarta condición"
epistémica (la condición "X"), una condición que, añadida a las
condiciones previas de justificación, verdad y creencia
(creencia verdadera justificada, o "CVJ"), daría lugar a un kit de
condiciones necesarias y conjuntamente suficientes. Veamos sumariamente
algunas de estas propuestas.
Según Alvin Goldman, la creencia de una persona está justificada sólo si es la verdad
de esta creencia la causa de que la persona tenga dicha creencia (y ahí
se tiene la cuarta condición, o condición X). Además, para que tal
creencia veradera justificada compute como conocimiento, esa persona
debe ser capaz de una reconstrucción mental correcta de esa cadena
causal. Esto descartaría que, por ejemplo, la creencia de Smith de que
"quien tenga diez monedas en su bolsillo obtendrá el trabajo" sea un
auténtico conocimiento pues tal creencia se infiere de una creencia
previa, a su vez falsa ("es Jones quien obtendrá el trabajo"). Sin
embargo, Goldman tiene que hacer frente a la dificultad de explicar cómo
puede diferenciarse una relación causal apropiada de una inapropiada,
lo que a su vez remite al problema de la fiabilidad de la
justificación. Y definir las bases de esta fiabilidad puede conducir, si
no se argumenta con mano diestra, a la regresión infinita de querer
fundamentar la justificación en la posesión de una creencia previa (a
modo de premisa) que es a su vez verdadera y justificada.
2. La condición de refutabilidad de Lehrer-Paxson
Según estos autores, el conocimiento es creencia verdadera justificada e irrefutable
(cuarta condición añadida). Es decir, una tal creencia cuenta como
conocimiento si y sólo si no existe una nueva verdad que, de ser
conocida por el sujeto cognoscente, podría refutar su actual
justificación para sostener la creencia señalada. En el caso I de
Gettier, si Smith hubiese sabido la verdad de que Jones no conseguiría
el trabajo, esta verdad hubiera refutado la justificación que sostenía
su creencia. Esta propuesta ha sido criticada sobre todo con base en la
falta de precisión de la noción de "verdad refutadora".
Una versión más fuerte de la tesis de la refutabilidad es la llamada Propuesta de infalibilidad,
formulada por Lehrer y Unger, según la cual es lícito eliminar los
contraejemplos Gettier como desafíos a nuestra comprensión del
conocimiento simplemente rechazando la posibilidad de que una
justificación falible pueda satisfacer adecuadamente lo que
debe ser la condición de una creencia verdadera justificada sobre algo.
Sin embargo, esta propuesta fuerte se enfrenta a la importante objeción
de no tener en cuenta la realidad empírica del conocimiento en los seres
humanos, que muestra continuamente la falibilidad de sus fundamentos,
sean éstos fisiológicos (los sentidos y la percepción), instrumentales
(la imperfección de aparatos y mediciones) o metodológicos (la
incapacidad de cubrir en un diseño experimental, por ejemplo,
absolutamente todas las variables que definen exhaustivamente las
condiciones de contorno potencialmente importantes).
El
punto de vista pragmático, tradicionalmente sustentado en las obras de
Peirce y James, elude las consideraciones epistémicas escolásticas y las
despacha como ejercicios de pedantería académica. De acuerdo con este
punto de vista, lo importante es discernir si la creencia en cuestión
conduce a resultados fructíferos y si la empresa del conocimiento es, en
general una empresa efectivamente fructífera (podría suponerse que
este factor de efectividad práctica constituiría la cuarta condición, o
condición X). Peirce, en concreto, enfatiza el falibilismo de la empresa
epistémica y cree que la idea de la certidumbre absoluta no es sino una
barrera para la investigación de la realidad. Cualquier afirmación no
cualificada puede ser al menos parcialmente incorrecta o, si es
correcta, puede serlo por razones no totalmente correctas. En cualquier
caso, estas consideraciones no deben coartar nunca la praxis
epistémicamente motivada.
Pero
la postura pragmática no se agota en tan ilustres atecedentes. En los
últimos años, algunos epistemólogos han formulado la llamada "tesis de la
intrusión pragmática", que insiste en la importancia de los factores
distintivamente pragmáticos a la hora de afirmar que alguien tiene
conocimiento sobre algo. La intrusión pragmática viene a decir que una
diferencia en las circunstancias prácticas puede constituir una
diferencia en el conocimiento que cada persona tiene sobre una
determinada cuestión, y que tal diferencia viene motivada por los
intereses subjetivos de esa persona. En términos semiformales.
El sujeto S conoce que p si y sólo si no existe ninguna debilidad epistémica con respecto a p que impida a S usar adecuadamente p como una razón para la acción.
Dos
ejemplos de aplicación de esta "intrusión pragmática" ayudarán a
aclarar esta tesis. Ambos está tomados del libro de Jason Stanley Knowledge and Practical Interests (2005).
Primer caso o situación, de apuesta pequeña
"Hannah
y su esposa Sarah conducen camino de su casa un viernes por la tarde.
Tienen la intención de parar de camino en el banco para depositar el
dinero de sus sueldos. No tiene mayor importancia que lo hagan, ya que
no tienen pagos ni facturas inminentes. Pero cuando circulan frente al
banco observan que la fila de gente es muy larga, como es habitual un
viernes por la tarde. Tomando en consideración que no es urgente que
hagan el depósito en ese mismo momento, Hanna dice : "Sé que el banco
abrirá mañana porque estuve ahí hace justamente dos semanas un sábado
por la mañana. Podemos depositar el dinero mañana por la mañana."
Segundo caso o situación, de apuesta grande
"Hannah
y su esposa Sarah conducen camino de su casa un viernes por la tarde.
Tienen la intención de parar de camino en el banco para depositar el
dinero de sus sueldos. Puesto que tienen que hacer efectivo un pago
inminente y tienen muy poco dinero en la cuenta, es muy importante que
ambas depositen el dinero el sábado. Hanna recuerda que estuvo en el
banco hace dos semanas un sábado por la mañana, y que estaba abierto.
Pero Sarah puntualiza que los bancos cambian su horario. Hanna dice.
"Creo que tienes razón. No sé si el banco abrirá mañana".
En
las dos situaciones la certidumbre del conocimiento que se pretende
tener acerca del horario del banco el sábado por la mañana depende de
las distintas circunstancias expuestas. Estas circunstancias, a su vez,
generan diferentes intereses y motivaciones en los agentes cognoscentes.
Como resultado, el estatus epistémico de los agentes es diferente en
ambas situaciones. Es legítimo, entonces, hacerse estas preguntas: ¿está
la creencia de Hannah, en relación con el horario del banco, más
justificada en el primer caso, o en el segundo? ¿cuál de las dos
creencias -que el banco abrirá el sábado o que el banco no abrirá el
sábado- sería "más" verdadera? ¿puede hablarse de "conocimiento" en
alguno de estos casos?
Manuel Corroza
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