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Mostrando entradas de diciembre, 2018

Homo sapiens, homo demens (50 años de «El planeta de los simios»)

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El hombre no es un reino dentro de otro reino (B. Spinoza)  Nuestro planeta es una mota solitaria en la inmensa oscuridad cósmica. En toda esa extensa oscuridad no hay ningún indicio de que la ayuda vendrá de otra parte para salvarnos de nosotros mismos. (Carl Sagan) Por José María Agüera Lorente No quiero dejar escapar el año 2018 sin dedicarle algunos pensamientos a esa excelente película que es El planeta de los simios , la primera, la clásica, la dirigida por Franklin J. Schaffner, que este año cumple el medio siglo de su estreno. Así -sin que responda a ningún plan premeditado- cierro una trilogía en la que incluyo mis ya publicadas reflexiones sobre el Frankenstein  de Mary Shelley , que este mismo año cumplió su doscientos aniversario desde su publicación por primera vez, y las que tuvieron por objeto el filme de Stanley Kubrick, 2001: una odisea del espacio . Éste último comparte fecha de estreno con la obra cinematográfica de Schaffner y ambas películas son muestras

Sombras en la caverna de Platón

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Represéntate hombres en una morada subterránea en forma de caverna (...). En ella están desde niños con las piernas y el cuello encadenados, de modo que deben permanecer allí y mirar sólo delante de ellos, porque las cadenas les impiden girar en derredor la cabeza. (...) ¿crees que han visto de sí mismos, o unos de los otros, otra cosa que las sombras proyectadas por el fuego en la parte de la caverna que tienen frente a sí?  (Platón: República , libro VII) Dani Mateo es un actor simulando. Nuestro rey es el Jefe del Estado; su inclinación ante el poder eclesiástico es real Por José María Agüera Lorente En una democracia cada vez más emocional y con menos espacios para el ponderado ejercicio de la racionalidad, los grandes manipuladores de sombras en la caverna platónica, los vehementes retóricos del rencor y el resentimiento, triunfan en la lucha sin cuartel por ganar la atención de los alienados, que confunden la realidad con la apariencia, y acaban por perder