Realidad, hechos institucionales y delirio
«La mayoría de los seres humanos se acercan al delirio, pero no se instalan en él» (Carlos Castilla del Pino: El delirio, un error necesario ). Por José María Agüera Lorente Juguemos a eso de definir al modo grandilocuente, dejándonos llevar por esas ínfulas de oráculo de verdades absolutas que en ocasiones poseen el espíritu de algunos filósofos. Señalemos la esencia de uno de esos entes raros que en tantas ocasiones se ha tratado de definir de una vez por todas: el ser humano. Recordemos las definiciones de algunos de esos ilustres: Nietzsche nos vino a decir que el hombre es el animal que puede prometer, Unamuno –con su punto hispano existencialista– que es el ser que se angustia ante el problema de la inmortalidad, el fenomenólogo Max Scheler destacó su capacidad ascética de negarse a la satisfacción de sus instintos, Ortega y Gasset identificó su dimensión histórica como la definitoria ninguneando su naturaleza, el metafísico Zubiri lo declaró «animal de realidades»... Nad...