El Positivismo y sus críticas
Hasta el fin de agosto os dejo con reposiciones de mis entradas más leídas en este blog.
Esta es la número 1.
El Positivismo (o materialismo o naturalismo) dice que todas las teorías que construyamos acerca de la realidad deben ser validadas lógica y empíricamente. Proposiciones no susceptibles de ser validadas deben ser rechazadas.
Hay posturas positivistas que van más allá de lo anterior en el sentido de que afirman más cosas. Son ideas de algunos positivistas en particular o de alguna corriente basada en el positivismo, como el empirismo lógico. No hablo de ellas ni las defiendo o ataco (no ahora). Me restringiré a la definición del primer párrafo.
Esto implica un cambio de línea de investigación muy importante respecto al no-positivismo. Así, se rechazarán hipótesis del tipo "acción divina" o "milagro" mientras no se encuentre evidencia para ello.
También se rechazarán apriorismos derivados de cualquier prejuicio o ideología. En las ciencias médicas y sociales es más notable la influencia de esta corriente. La economía clásica, por ejemplo, partía de unos supuestos bastante razonables en principio sobre el comportamiento económico y aceptaba como verdades todas las deducciones lógicas a partir de esos supuestos sin necesidad de mayor contraste empírico. Esto es rechazable desde el Positivismo (y es rechazado en la Economía moderna).
He aquí varias críticas al Positivismo.
- Hace el supuesto de una realidad exterior comprensible.
- La inducción no establece deducciones lógicas.
- Usa el verificacionismo en lugar del falsacionismo.
- Cree que las teorías que formula y acepta la ciencia reflejan la estructura de la realidad.
Nunca he entendido ni el alcance de las críticas ni la mejora que aportan sobre el Positivismo en lo único que importa, en ofrecer unas mejores líneas de investigación. Todos los científicos, les guste más Compte, Ayer, Popper, Hempel o Maturana, están adscritos a seguir los mismos cuidados listados en el método científico.
1. El supuesto de la realidad exterior es de imposible negación por cualquier ser vivo. Sobre la medida en la que es comprensible, vide 4.
2. La inducción no establece deducciones lógicas. Esto es algo que nadie niega. Sin embargo la inducción permite hablar de mayor o menor validez en términos probabilísticos, que es lo único que es capaz de hacer la ciencia. En este sentido tampoco hay diferencias entre los positivistas y sus críticos.
3. El verificacionismo y el falsacionismo son lógicamente hablando, exactamente la misma cosa. Metodológicamente, con el falsacionismo se trataría de enfatizar que, si bien una teoría nunca puede ser aceptada al 100%, sí puede ser rechazada al 100%.
El falsacionismo resume de manera más elegante el proceso de inducción. Sólo si examinamos todos los cuervos y vemos que son negros podremos establecer la proposición “todos los cuervos son negros”. Basta ver un cuervo no negro para establecer la contraria “no todos los cuervos son negros”. Ambas cosas son consecuencia lógica una de la otra, de ahí que diga que son lógicamente equivalentes.
Aún así, el falsacionismo tiene los mismos problemas que la inducción. Si es posible que la observación de un cuervo blanco esté sujeta a error, volvemos a tener que establecer la existencia de cuervos blancos de manera inductiva. Solamente en un mundo sin errores el falsacionismo podría estar proponiendo una línea de investigación distinta al verificacionismo. En la práctica, en cada ciencia los científicos aprenden cuándo es más sensato un experimento o una recolección de datos en un sentido o en otro.
4. La creencia sobre si la teoría refleja exactamente la realidad, o si se acerca a conocer su verdadera estructura, es completamente irrelevante para la práctica científica. Si algunos positivistas son más optimistas que unos constructivistas sólo nos dice acerca de su optimismo. Algunos positivistas dirán que, dado que con la teoría andamos mejor que sin ella, algo habrá captado de la realidad. Los constructivistas radicales dirán que ni siquiera tenemos derecho a decir eso. La teoría funciona y nos basta con eso, si nos acerca o no a la estructura de la realidad es una cuestión ociosa para la ciencia y gustosa de discutir para cuando dejamos de hacer ciencia. No existen teorías científicas constructivistas que se opongan a las positivistas (y viceversa).
Hay otras críticas, pero se refieren a visiones particulares del positivismo. Tampoco hablo aquí de ellas ni las ataco ni defiendo (no ahora).
José Luis:
ResponderEliminarEn primer lugar creo que, en vez de hablar de positivismo, deberías hablar de cientificismo. El positivismo suele definirse como aquella corriente que afirma que el discurso científico es el único válido para hablar de la realidad, minusvalorando todo aquello que no sea pura ciencia (habitualmente filosofía, religión o humanidades en general). Algo muy diferente sería el cientificismo: valorar la ciencia como el mejor método hasta ahora conocido para conocer la realidad. Yo, acepto el cientificismo pero reniego del positivismo.
Y, en segundo lugar, el falsacionismo y el inductivismo no son, para nada, lógicamente equivalentes. El inductivismo se basa en que las leyes científicas se obtienen de la recolección de datos particulares que pasan a justificar enunciados generales. El falsacionismo le critica que, dado que toda inducción es incompleta (siempre podría aparecer un cuervo blanco), nunca se pueden justificar lógicamente la generalización. El falsacionismo apuesta por la deducción: primero tenemos una teoría acerca del mundo, luego vamos al mundo y la verificamos para ver si la mantenemos o no. La diferencia fundamental estriba en el que el inductivismo parte de algo así como de "hechos puros" que están en el mundo para que los recolectemos, mientras que el falsacionismo dice que partimos siempre de una teoría previa a los hechos.
Ambas teorías tienen problemas: el inductivismo, a parte de la incompletud de cualquier inducción, tiene que explicar qué es eso de "hechos puros" previos a la teoría. Y el falsacionismo tiene que explicar de dónde sale esa teoría previa a los hechos... ¿estaba "flotando" en la nada?
Luego recurres al clásico argumento de que ciertas cuestiones filosóficas son indiferentes para la praxis cotidiana del científico. A parte de que yo creo que hay muchas cuestiones que no lo son (la praxis diaria del científica está infectada por todos lados de filosofía), eso no elimina el problema. Ahora mismo, seguro que en un lugar del mundo hay un químico que tiene ciertos problemas teóricos o prácticos en su trabajo. Que los resuelva o no no tendrá influencia alguna en mi vida ni en mis ideas acerca de la realidad, pero eso no quita que esos problemas estén allí y que haya que solucionarlos. A mí no me vale con que una teoría sea solo predictiva, tiene que ser algo más. Podría darse el caso de que tengamos dos teorías diferentes con el mismo poder de predicción... ¿cuál elegiríamos?
No quisiera tener discusiones semánticas. Siempre he pensado que la base común a toda posición postivista es hablar de observables y dejar de lado los castillos en el aire de la metafísica, pero si con el tiempo resulta que ha cambiado el sentido, pues nos adaptaremos, pero necesitaría más documentación de que eso es así.
EliminarSi metemos inductivismo y falsacionismo en un modelo formal, donde están definidas todas las cosas que pueden ser el caso, ambos no serán más que adaptaciones según la regla de Bayes ante nueva información. La única diferencia es la probabilidad condicional de esa información (mayor en el caso de encontrar un hecho que falsa la hipótesis, que será cero y llevará a una probabilidad posterior de cero para la hipótesis). Si resulta que la observación de este hecho está sujeta a error, tendremos condicionales positivas y, con ellas, exactamente la misma operación lógica que con el proceso inductivo.
Las motivaciones del científico serán todo lo variopintas que sean, pero lo que importa al final es que las hipótesis que vayan siendo validadas o rechazadas lo sean porque así se entiende si el proceso que nos lleva a ello encaja en el método científico, donde no entran esas cuestiones filosóficas.
En tu ejemplo, no elegiríamos. Serían dos teorías observacionalmente equivalentes. Nos podrá gustar más una que otra, pero eso será otra historia.
Todo esto del positivismo o induccionismo está muy bien, pero no debemos olvidar, siguiento a Gödel, que el conjunto de proposiciones sobre los que podemos dar un diagnóstico científico es muy pequeño comparado con el conjunto de proposiciones sobre el que no podemos dar una valoración científica.
ResponderEliminarPor lo tanto, solo hay dos salidas:
a) de lo que no se puede hablar más vale callarse (Wittgenstein).
b) aceptar algún tipo de aproximación no científica ante ese inmenso conjunto de proposiciones que no podemos validar o refutar. Sin duda, las proposiciones más interesantes para el ser humano están en ese conjunto no validable ni falsable.
Mis mejores deseos, Apocalypto.