Matar una discusión (6): pido detalles y no doy ninguno

Es sabido que twitter no es país para debates profundos, particularmente si una parte desdeña los datos y el método científico. A pesar de ello, de vez en cuando uno provoca o se mete en uno de ellos. Todo empeora si aparecen varios contertulios más y se hace imposible seguir ningún orden. Con todo, algo se aprende; por ejemplo, a detectar unas pautas en la manera extraña de razonar de algunos. Una constante suele ser la de pedir minuciosas respuestas a muchas preguntas y luego no contestar ninguna. Otra también recurrente es la preocupación por pillar en falso al oponente (¿ha dicho esto en vez de esto otro?) en lugar de aclarar si una afirmación sobre el tema de discusión es cierta o no. Aquí va un resumen de una larga lista de tuits. Todo empieza con unos tuits en que informo de un curso de economía marxista en la Complutense, no como curiosidad histórica, sino como herramienta para analizar los problemas de la economía moderna. Lo comparo con estudiar Reiki e ironizo sobre...