Saber no siempre da poder.



Dicen que saber da poder pero no siempre es así. 

La frase suele acompañar los intentos de motivación para no dejar de prepararnos -académicamente- y con ello escalar a un mejor puesto de trabajo, conseguir un empleo -o mejorarlo-, o tener cierta autoridad moral sobre otros pero el poder puede y es mal ejercido y entendido.

Tener conocimiento es un arma de doble filo, parafraseando al tío Ben -de Spider-Man-: un gran poder conlleva una gran responsabilidad... y esto aplica en todo, no solo con super poderes.

Cuando se tiene un saber más privilegiado, ya sea de forma innata o por ser rata de biblioteca, que otros -los de tu contexto- eso te coloca en posiciones incómodas; tanto en el plano más mundano -envidia, coraje, celos- hasta de los más complejo -responsabilidad, disponibilidad, consultor sin comisión-. 

Y ante estos escenarios no quiero decir que el saber sea malo o de que no deba de ser el objetivo natural de todos pero precisamente por ello cuando esto se obtiene, ser sabio, se debe de actuar de manera diferente ya que perseguir solo el saber por poder no es un adecuado camino

Prudencia, paciencia, cautela, mente fría... éstas cualidades deben de premiar el actuar del que sabe más ya que aunque una formación más elevada que otros te coloca a priori arriba [en un empleo, moralmente, etc.] dejarse llevar por el sentimiento de grandeza es peligroso

El Talmud, una colección de discusiones rabínicas sobre leyes judías y sus tradiciones, recoge -en el Avot 5- siete virtudes de los sabios, ideal para todos aquellos que amantes de la filosofía buscan -mos- siempre la superación sapiencial, no por ser más que otros sino por el simple hecho de amar el saber: 

[El sabio] ... no habla ante su superior, en años o ciencia.
No interrumpe la palabra de otros. 
No se apresura a responder.
Pregunta al tema y responde al tema. 
Habla ordenadamente. 
Si se trata de algo que no sabe lo acepta: dice no sé. 
Acepta la verdad. 

Virtudes nada sencillas de adoptar. 

Saber no siempre da poder, es mucho más que eso. Si uno busca o pretende que solo por saber será más que los de su entorno está en un error. 

El conocimiento, y el hambre por ello, debe ser impulsado por apostar a que con cada nuevo conocimiento mejoremos nuestro actuar como seres humanos y no únicamente por la soberbia de llenar un currículum que al final de todo no deja de ser más que letras escritas sobre un papel.



Foto | Green Chameleon  

Comentarios

  1. Gracias por el artículo. Es muy bueno.

    Solo un deseo: me hubiera gustado que hubieras desarrollado un poco más el tema, se nota que hay todavía algo más profundo ante esta reflexión. Un saludo y gracias de nuevo. :-)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola:

      Una pena que estés como "Anónimo" (y no podamos seguir la ilación del tema) pero la intención era precisamente tratar de que cada uno de ustedes, el lector, profundizara en sí mismo hasta encontrar su respuesta... pero igual, podemos continuar por acá. ¿Qué aportarías?

      Saludos!

      Eliminar

Publicar un comentario