¿Quién tiene la culpa? O idea del anarcocapitalismo
Por José María Agüera Lorente Pocas obras cinematográficas tan conmovedoras hay que plasmen la frágil condición humana como Las uvas de la ira , realizada por John Ford en 1940. Basada en la novela homónima de John Steinbeck, narra la historia de desarraigo forzoso de una familia de campesinos estadounidenses que, en el contexto de la crisis económica de 1929, tienen que abandonar las tierras que venían cultivando desde generaciones en Oklahoma. Sin techo ni apenas recursos, los desahuciados –abuelos, padres, hijos, nietos – emprenden un viaje de incierto resultado hacia la tierra «que mana leche y miel» según creen ellos, y que es California. Buscan trabajo desesperadamente mediante el que obtener eso que todos precisamos para vivir: alimento y cobijo. En el viaje de esa familia reconoce uno el viaje de cualquier ser humano despojado de todo lo preciso, arrancado de su entorno conocido, vulnerable a las miserias a las que siempre estamos expuestos – pero olvidamos ...