Humanismo secular y misantropía
Matías Suárez Holze
Debido a los fuertes azotes que la humanidad se da a sí
misma, así como el daño que provoca al
resto de las especies animales y los flagelos que acomete a su propio planeta,
es común encontrar personas que cayeron, y con razones, en la misantropía (como
sabemos, la misantropía es la actitud de desprecio hacia la humanidad).
Muchos
misántropos, me atrevería a decir que la mayoría, adoptan dicha actitud al
observar una especie que se auto-mutila y mutila al resto, que se autodestruye
y destruye lo que se interponga en su paso, que lleva la violencia y el egoísmo
como estandarte. Y realmente, a veces dicha postura parece algo entendible. Hay
en ésta claros problemas de carácter filosófico que merece la pena analizar.
Los
misántropos desprecian tanto la
humanidad que tortura animales, mata niños de hambre y provoca guerras como la
humanidad que crea hermosas obras de arte, se preocupa por el bienestar y busca
el desarrollo -aunque dicho sector sea lamentablemente escaso-. En definitiva,
en la humanidad hay tanto por odiar, como por defender. Esto suele ser ignorado
por los misántropos que generalmente adoptan una posición pesimista, afirmando
que la humanidad está perdida y que no vale la pena hacer algo por ella, o, en
los casos más extremos, que merece ser exterminada.
Es un
error creer que toda postura misántropa es igual y por eso es difícil hablar de
ella, por lo tanto clasificaremos dos diferentes tipos de misantropía. La
misantropía fuerte y la misantropía débil. Definiré la misantropía débi lcomo el desprecio a la humanidad
basada en centrarse en los aspectos realmente odiables de la misma. Dicha
misantropía no suele ir mucho más allá de la opinión; “la humanidad es algo malo”(aunque esto claramente puede derivar
en acciones). En cambio, la misantropía fuerte
pasa a ser patológica, llevando al intento de destruir o dañar la misma, por
ejemplo con asesinatos en masa. Daremos más importancia a la primera que, por
suerte, es más popular que la otra.
Del
otro lado de la misantropía tenemos al humanismo, o humanismo secular. Según el
humanismo el bienestar humano es importante, y según el humanismo secular la
humanidad misma debe hacerse cargo de sus problemas (y no dioses ni mesías) y
resolverlos para encaminarse al progreso, el bienestar y el conocimiento, entre
otras cosas (más adelante definiremos de manera más convincente este sistema
filosófico). Lo que para la misantropía está perdido, para el humanismo no
tanto. Si una adopta una actitud pesimista
hacia el estado y el rumbo de la especie humana, la otra adopta una postura realista al no ignorar ni las posibilidades que esta tiene de
superarlos… para ésta última, intentar superarlos vale la pena.
Muchos
misántropos se sostienen en su postura en una especie de paradójico roce a la
cosmovisión del humanismo. Es decir, su odio hacia la humanidad se debe al ver
que ella misma se destruye. Les importó la humanidad y su desarrollo, pero al
verla estancada y en guerra con ella misma, la frustración los lleva a odiarla.
Es común ver y entender esta actitud en los frustrados y en los pesimistas, de
hecho, ¿Quién no sintió lo mismo alguna
vez? Esta forma de misantropía débil y humanismo frustrado es
asombrosamente general, y en este momento un
problema relevante. Las personas desde hace mucho, están perdiendo las
esperanzas. Un ejemplo es el Movimiento por la Extinción Humana Voluntaria, de
origen estadounidense. Dicho movimiento alega que la humanidad ya causo mucho
daño y que merece extinguirse voluntariamente evitando a rajatabla la
reproducción de la especie.
Detrás
de esto, hay otras posturas estrechamente vinculadas; el individualismo y el
altruismo. Los que ya no tienen esperanzas ni voluntad para con la especie,suelen recurrir al individualismo, y los
que se preocupan por ella, los humanistas, al altruismo.
Al
igual que con la misantropía, hay varios tipos de individualismo. Para
sintetizar, optaremos por clasificarlos como anteriormente, el individualismo débil
y el fuerte. El individualismo débil destaca la obvia importancia del
desarrollo de la personalidad individual, defendido por ejemplo por Oscar Wilde
y Emma Goldman. Este individualismo es totalmente positivo y necesario. Al otro
lado tenemos el individualismo fuerte, sostenido por ejemplo por los
economistas de la escuela Austriaca, Max Stirner y Ayn Rand. Este individualismo (que es al
que nos referiremos más adelante) es una especie de solipsismo que promueve el
egoísmo llevado al extremo, es absolutamente nocivo al desarrollo humano y
vinculado con algunas tendencias misántropas, posiciona a uno mismo por encima
de los demás en todo sentido y lleva al malestar social. Una sociedad de laissez faire no es una sociedad, es una
antisociedad. Totalmente contraria a la ética del humanismo, el egoísmo extremo
es un cáncer social. Sin embargo vale aclarar que no todos los misántropos son
individualistas fuertes, muchos desprecian a la humanidad al ver que está
sumergida en el egoísmo extremo.
El
altruismo es la posición que lleva a la humanidad a la solidaridad, el desarrollo, la igualdad,
la libertad, la cooperación y el bienestar de la misma. Fue duramente criticada,
tanto por los economistas del capitalismo salvaje, como defendido por la
ideología socialista –incluido el anarquismo clásico- y los filósofos
humanistas. Esto no quiere decir que todo el egoísmo sea malo,se necesita ser
tanto egoísta en algunos aspectos como altruista en otros, el problema es
cuando el egoísmo se exagera y el altruismo se menosprecia. Incluso son falsas tanto la visión de que
solo existe individuos y no sociedades (individualismo ontológico) como la que solo importan las sociedades en
su totalidad (holismo), tanto los individuos como los sistemas sociales
existen, y para que estos segundos funcionen correctamente se necesita tanto
del egoísmo moderado como del altruismo inteligente y completo. Éste va mucho
más allá que dar míseras limosnas a algunos necesitados y sentir simpatía por
el sufrimiento, el altruismo inteligente y completo debería ser lo que nos
mueva a construir una sociedad donde la miseria sea imposible y a sentir
simpatía no solo por el sufrimiento sino también por la alegría, la felicidad,
la salud y la belleza, cosa que es mucho más difícil.
El humanismo secular
Parte del humanismo, y que merece destacarse es el
humanismo secular. Básicamente es una versión más desarrollada y consistente
del humanismo. Según el humanismo básico el ser humano es importante y debe
desarrollarse.Pero el humanismo secular va más allá, es positivo en algunos
aspectos (en el sentido que defiende ciertas cosas) y negativos en otros (niega
otras). Por ejemplo niega que existan entes paranormales y sobrenaturales como
dioses, por lo que el ser humano debe hacerse cargo del ser humano. El
humanismo secular se basa en consignas de la Ilustración y el Iluminismo:
laicismo, racionalismo, igualdad,
fraternidad, libertad, progresismo, bienestar y desarrollo de la humanidad por
encima de todo. El humanismo secular es necesariamente ateo, aunque compatible (al
igual que el escepticismo científico) con el panteísmo, o el teísmo de Spinoza
-que no es más que ateísmo disfrazado, ya que estos “teísmos” no corresponden
con la definición más extendida de dioses (no son personales ni inmateriales).Y
también, claro, con ciertos tipos de agnosticismos. El humanismo religioso no
es en verdad completamente humanista, aun comete el error supersticioso y
primitivo de priorizar entes sobrenaturales sin evidencias sobre seres humanos, yen el caso decreer que los seres humanos deben
ser sumisos siervos de dichos entes ficticios, no es humanismo en absoluto.
El
humanismo secular es un sistema filosófico. Puesto en lista, estas son algunas
características:
1-Cosmovisión o cosmológica:
No existen dioses ni otros entes sobrenaturales, tampoco el alma, mundos de
espíritus, cielos paradisíacos o infiernos. El mundo es material(materialismo
científico), y es el único real,existe independiente de nosotros y lo que
nosotros pensemos. Tampoco existen Mundos de las Ideas o ideas fuera de
cerebros como propone algunas formas de idealismo. El humanismo también es
sistémico (ontología que entiende a todo como un sistema o parte de un sistema)
al reconocer que la humanidad es un sistema, por lo tanto para que esta
progrese se necesitan cambios integrales y soluciones sistémicas. El mismo
humanismo secular es un sistema, un sistema filosófico, que intenta abarcar
cada aspecto de lo humano.Toda la cosmovisión del humanismo secular es
compartida por la ciencia y el escepticismo racional.
2- Antropológica: Los individuos son
tanto diferentes entre sí, como iguales. No hay raza o sexo superior, no hay
superhombres, no hay autoridades supremas que deban obedecerse ciegamente, no
hay grupo de personas que merezcan privilegios injustos ni que merezcan más que
los demás injustamente. Actitudes que intentan generar una creencia de
superioridad arbitraria a cierto grupo de personas, como el nacionalismo o las
sectas son totalmente falsas y nocivas.
Una máxima del humanismo es que “la igualdad nos hará libres”. Esto no quiere
decir que todos los humanos deban ser iguales en el sentido de que el
desarrollo personalidad individual no exista, cada uno es igual a su prójimo en
algunos aspectos fundamentales (como que todos somos humanos y buscamos nuestro
bienestar) y diferente en otros.
3- Axiológica y ética: (Es importante
desarrollar ampliamente este punto).Hay valores transculturalmente u
objetivamente positivos que deben realizarse y defenderse;como la objetividad
misma, la solidaridad, la verdad, la libertad, la igualdad, la honestidad, la
justicia, la paz, el conocimiento, el bienestar general, etc. En cuanto a la tolerancia; el humanista
secular es tolerante en algunos aspectos como intolerante en otros, no todo
merece tolerancia. Por ejemplo; el machismo, el racismo y la homofobia no son
dignos de tolerancia, como si lo son la orientación sexual, los gustos
personales que no comprometen al prójimo, etc. (esto no justifica que esté bien
golpear homofóbicos o racistas ni nada parecido).
El
relativismo axiológico y moral es nocivo y antihumanista, así como también el
absolutismo axiológico que ignora valores subjetivos o locales.La objetividad
axiológica y ética es cuestión de grados, nunca una norma o un valor puede ser
totalmente objetivo, por ejemplo, porque no existen por sí mismos. Pero eso no quiere decir que no puedan
objetivarse de alguna forma, tomemos como ejemplo el frío. El frío es en gran
parte subjetivo, en una sala algunas personas tienen más frio que otras, pero
ninguna sobrevivirá(sin importar la cultura o lo que crea) al frio hostil de la
Antártida sin un debido equipamiento, como ser ropa de invierno. Del mismo modo
la objetividad de la axiología y la ética, hay normas que no son dignas de
objetivarse y que son subjetivas, como los modales en la mesa, y otros que si,
como el trato a la mujer en las diferentes culturas, así como hay temperaturas
subjetivas y objetivas.
En el
aspecto ético destacaremos dos principios fundamentales; a) Tratar de vivir
bien y disfrutar la vida así como ayudar a los demás a estar bien y disfrutar
la vida. b) Todo aquello que contribuya al bienestar de un individuo sin poner
en riesgo los derechos básicos de otro es bueno o correcto. (Principios del Agatonismo).
La
moral no depende de deidades. La ética debe ser regulada y dirigida por los
humanos, es tan artificial como el Derecho. Las personas deberán encarar los problemas
morales desde ella, es decir, desde las herramientas formales de la filosofía,
y en lo posible con ayuda de la ciencia (sobre todo la ciencia social).
Intentando encaminar así el análisis de la moral objetivamente, de modo que se
hagan juicios morales dependiendo de lo que beneficia o no, de lo que demostró
conducir al progreso o no, sosteniéndolos mediante la argumentación solida
proveniente de la reflexión racional, los datos empíricos y el estudio del
caso. Una ética humanista tiene como
objetivo el progreso de la humanidad.Esto quiere decir buscar su bienestar
general promoviendo acciones como ayudar al prójimo, producir para los demás,
pensar en los demás, ayudar a ser felices a los demás, ser tanto egoísta como
altruista, etc. ya que demostraron ser eficaces para alcanzar dicho objetivo.
La
ética del humanismo secular debe reconocer la existencia de derechos y deberes.
Por ejemplo, si se encuentra una persona accidentada en la calle es nuestro
deber como humanos ayudarlo. En cuanto a los derechos: es un derecho primario
de todos el privilegio de acceder a una educación primaria, secundaria y universitaria
pública, laica y gratuita. También es un derecho primario una atención médica
pública y gratuita. Todos tenemos los
mismos derechos y deberes básicos, así como tenemos (o deberíamos tener)
igualdad ante la ley –con algunas excepciones como el caso de alegato de
demencia.
No
existen valores morales ni axiológicos objetivos en sí mismos, para objetivarlos hay que utilizar como referencia un
objetivo (como fines, principios o axiomas), en el caso del humanismo secular,
el objetivo (objetivo como fin, no objetivo como opuesto a subjetivo) es el
progreso, la felicidad y el bienestar entre otros aquí aclarados, a partir de
ahí se puede deducir aproximadamente que es objetiva o transculturalmente bueno
o malo, respecto a los objetivos expuestos. Por ejemplo,asesinar personas al
azar, la pena de muerte oel sexismo es objetivamente negativo (malo) porque
contribuye al sufrimiento de la humanidad y eso es absolutamente demostrable
(sin importar la cultura que sea).
El
hecho de matar es “malo” porque choca contra un principio ético importante del humanismo que
es que “la vida de un individuo le pertenece solo a éste” cosa que es un derecho inalienable, como es un deber social proteger la vida de los
demás. Este principio también nos dice que la pena de muerte es moralmente
inaceptable, además de que las evidencias empíricas la indican como ineficaz y
demuestran que se llevó muchas vidas de inocentes (y lo mismo va para los
linchamientos que terminan en asesinatos). Ya Tomás Moro -semihumanista del
Renacimiento y pionero del Socialismo- nos advertía de esto, aunque solía recurrir
a argumentos religiosos, cosa totalmente entendible teniendo en cuenta la época.
Él sabía que la delincuencia es engendrada por la misma sociedad que promueve y
perpetúa la desigualdad. Hoy también sabemos que muchos asesinos, como otros
delincuentes son víctimas de enfermedades mentales y que los factores socioculturales
y socioeconómicos no son los únicos que influyen. Este conocimiento que se nos
fue dado gracias a la ciencia nos ayuda a comprender más a fondo tanto éste
problema moral como muchos otros, y nos permite entender de manera más profunda
que la pena de muerte es injusta, que la sociedad está recurriendo a matarse a
modo de esconder los problemas sociales “debajo del tapete”: tanto los
correspondientes a la desigualdad, que es de los principales factores que enferman
y llevan a la delincuencia; como los correspondientes a la carencia de atención
psiquiátrica pública y de calidad que permita contener y ayudar a mejorar a los
que padecen enfermedades mentales como la sociopatía (que suele llevar a
comportamientos aberrantes contra el prójimo). “Que se corten de raíz los males
es mejor que dejarlos crecer para después castigarlos”, escribía Moro.
Volviendo
al primer ejemplo, un caso muy similar al hecho de matar personas al azar es el
acto abominable de la guerra, la guerra es lo peor que puede emprender el ser
humano y debe ser repudiado en todas sus formas por cualquiera que se pretenda
humanista. Se puede decir que la guerra
es objetivamente mala porque además de que involucra la muerte de personas, que
trae sufrimiento, o sea malestar,
produce un terrible derroche de recursos que podrían contribuir a la
riqueza y al progreso de la humanidad, y no a su destrucción.Creo que en la
actualidad está suficientemente claro porqué la guerra es la mayor forma de
imbecilidad como para dar más explicaciones.No hay acto más horrible e injustificado.
Ningún humanista secular propiamente dicho puede ser capaz de alistarse en el
ejército, el militarismo es la mayor traición a la inteligencia humana. El
ejército es una institución que el humanismo debe desmantelar.
También
se deduce que el tercer ejemplo es objetivamente incorrecto e inmoral por el
principio antropológico del humanismo que destaca que no hay sexos inferiores
ni superiores, lo que echa por tierra todas las actitudes sexistas, junto con
el principio que promueve el bienestar general (o sea, de ambos sexos) y
repudia el maltrato y la discriminación.
No
todos los juicios morales se pueden objetivar, pero algunos sí y eso destaca el
humanismo, por ejemplo, promover o perpetrar la desigualdad social o
socioeconómica es objetivamente malo, porque al igual de condiciones sociales
positivas para todos hay menos sufrimiento, menos violencia y mayor cantidad de
personas que pueden colaborar al progreso de la humanidad. Si no hay pobreza
extrema, desnutrición, gente que es arrastrada a la delincuencia, adicciones
patológicas causadas por la miseria ni gente esclavizada por trabajos que no
benefician a la sociedad, mayor cantidad de personas pueden colaborar en que la
sociedad progrese mediante el arte, la ciencia, la filosofía, las técnicas,
etc. Mientras menos miseria, más artistas y científicos, mas ingenieros, nobles
profesores y médicos. Así como también más gente que pueda tener trabajos que
hacen bienes sociales, como un electricista, un psicólogo, un hábil albañil o
un deportista admirable e inspirador. La desnutrición y la miseria demostraron
paralizar la capacidad de trabajar de forma rentable y productiva. Mientras
haya menos ayuda social y más desigualdad socioeconómica, pobreza y
desnutrición, habrá menos personas que puedan contribuir a la sociedad mediante
el trabajo, esto es lo que demostró el historiador económico Robert Fogel.
Ya que
sin desigualdad la sociedad progresa y se beneficia, el humanismo tiene razones
racionales para considerar a la desigualdad social objetivamente mala. Sin
embargo, la igualdad seria negativa si significa que todos sean igualmente
pobres y oprimidos, con igualdad nos referimos a que todos puedan vivir bien,
que las riquezas puedan ser distribuidas de forma que no exista la miseria, no
de forma que la miseria sea algo general.
También
necesario suprimir el dolor y el sufrimiento tanto de los humanos como de los
animales, incluir a los animales en los juicios morales es racional, mientras
que maltratarlos innecesariamente es inmoral y arbitrario. El maltrato animal
además de perjudicar al maltratado perjudica al hombre, puesto que lo
desensibiliza y genera daño a las personas sensibles que los rodean. El
humanismo secular no es especista, en el sentido que desprecia otras especies,
es humanista luchar por una ética que abarque a los animales (no humanos)
porque hace a las personas avanzar moralmente. Desaparecer el dolor animal y
cultivar la empatía es parte del progreso humano. Desde ya sabemos
objetivamente que el dolor existe y hasta es medible, como también sabemos que
es indeseable para todos y que su presencia innecesaria no concuerda con
nuestros objetivos, por lo tanto, se puede deducir que causar dolor merece ser
evitado y en la mayoría de los casos se merece el calificativo moral de “malo”.
(La biología se encargó –metafóricamente hablando- de proveernos de una herramienta o base moral
esencial, la empatía).
Con
respecto a la ética ambiental, el humano posee este único planeta para vivir,
por lo tanto es totalmente obligatorio que cuidemos el medioambiente. Dañar el medioambiente es dañar la toda la
vida en si, por lo tanto es negativo y
merece ser evitado, así como cuidarlo es positivo y necesario. Negar hechos
científicos como el calentamiento global antropogénico además de
pseudocientífico es antihumanista, ya que defender los intereses de
capitalistas salvajes y no los del bienestar general es abominable.(Los “estudios” en los
que se basan los negacionistas del cambio climático son financiados por
corporaciones que se interesan en explotar recursos sin la intervención estatal
para el cuidado del medioambiente, esto explica porque los liberal-libertarios y
anarcocapitalistas apoyan el negacionismo).
Es
importante para una ética ambiental humanista el control consciente de la
natalidad, el planeta tierra esta peligrosamente sobrepoblado de humanos y es
necesario que se tomen medidas, y obviamente no me refiero a medidas
eugenesistas como creerán algunos conspiranoicos. La reproducción inconsciente
promovida por la moral católica pone en grave peligro el curso de la humanidad,
recordemos que los recursos de nuestro planeta son delicadamente finitos. (El
Movimiento por la Extinción Humana Voluntaria no está del todo equivocado).
Así se
deduce que para el humanismo secular el relativismo o nihilismo moral es insostenible.
Por ejemplo, para un relativista moral está bien que musulmanes apedreen o
castren mujeres, cosa que a un humanista le daría asco, por el hecho de que ser
de otra cultura no justifica el maltrato ni el sufrimiento humano.
Todo esto
no quiere decir que para ser un humanista secular uno deba ser el mejor ejemplo
de persona y obrar de forma que estos sean mandamientos divinos que uno deba
reproducir mecánicamente. Es simplemente una postura y una base coherente de
donde encarar los problemas morales, cosa que no puede evitar plantearse ningún
ser pensante. La moral es algo imprescindible para la vida en sociedad. La ética del humanismo secular puede no ser
perfecta, pero es ciento de veces mejor que alternativas como el intuicionismo,
el sentimentalismo o la religiosa de
basar la moral en un libro escrito hace milenios por gente bruta, bárbara y
primitiva;creyendo que tiene un sustento en un supuesto ser omnipotente del que
no hay ninguna evidencia. De hecho, los que evalúan la moralidad de sus
acciones teniendo como único criterio escrituras sagradas (comoel apologista
cristiano William Lane Craig), no son seres morales, son una especie de robot
que funciona a programación; ridículos, inmorales e irracionales.Tampoco la
alternativa de basar la moral en las leyes es válida, que algo sea ilegal no
quiere decir que necesariamente sea inmoral, tampoco todo lo que es legal debe
de estar “bien”, en todos los países siempre existieron leyes injustas. El
Derecho debe basarse en la ética, no a la inversa.
4-Gnoseológica: es importante y
posible conocer la verdad objetiva acerca del mundo y de nosotros. Para ello la
razón, el escepticismo racional, la experiencia, la filosofía analítica, la
crítica y sobre todo la ciencia son
esenciales.
Una
forma de misantropía débil, por lo tanto contrario al humanismo secular, es el
oscurantismo, presente en el ocultismo u otras pseudofilosofias (como la
masonería), que propone que hay conocimientos que solo deben ser rebelados a
“unos pocos”, a una élite, a una minoría o a unos iniciados. Esto es
despreciable, porque no solo estos “conocimientos” suelen ser en su mayoría
falsos, sino porque el conocimiento como totalidad debe ser accesible a todos y
no tiene porqué formar herméticas elites de ningún tipo. Es característico de
la misantropía despreciar, subestimar y subvalorar a la humanidad, como decir
que no “merece” ciertos conocimientos. El humanismo deberá así despreciar al
oscurantismo y abrazar la accesibilidad de todo conocimiento.
También
los humanistas seculares deben comprender todo el daño que causa todo tipo de
dogmatismo y hacer lo posible por erradicarlo (para más sobre el dogmatismo,
ver Barder-zine número 3).
Esto
debe dar a entender que para el humanismo secular el escepticismo radical y el
relativismo gnoseológico posmoderno son falsos y nocivos como lo es el
pensamiento mágico en general.
5- Religiosa: Un humanista secular
debe tener en cuenta que las religiones son negativas para la sociedad así como
las supersticiones, la pseudofilosofía, la pseudociencia, las falsas conspiraciones,
los mitos, las mentiras y las sectas. La religión es la peor forma de
irracionalismo, de pensamiento mágico, de dogmatismo, de conservadurismo y de
estupidez. Es un atentado a la inteligencia y al librepensamiento. Inherente a
una ontología idealista, una gnoseología mística y anticientífica (la creencia
en que la ciencia y la religión se “complementan” o incluso que pueden convivir
es totalmente falsa), una ética monstruosa y primitiva, una visión existencial
fantasiosa y egoísta, y una visión antropológica que posiciona a sus
practicantes por encima de las demás personas, la religión es la total
antítesis del humanismo secular, es además… su enemiga. El humanista secular debería atacar a las
religiones mediante la crítica y los medios intelectuales.
Sin
embargo la libertad de culto debe estar permitida, pero hasta cierto punto. No
deben prohibirse ni perseguirse religiones o cultos de forma violenta como lo
hizo la Iglesia Católica, aunque si deben prohibirse y desmantelarse las sectas
extremistas y peligrosas que aíslan y corrompen personas. Tampoco se debe
discriminar por creencias, pero sí tiene que existir total libertad para
blasfemar. Las personas se respetan, pero no sus ideas o creencias. El Estado
debe ser totalmente laico y no debe involucrarse ninguna creencia o deidad en
los problemas humanos, solo los humanos se harán cargo de los humanos.
Ser
ateo no es ser humanista: un religioso puede ser medianamente humanista (aunque
no humanista secular), así como un ateo puede ser antisocial. Por ejemplo,
Nietzsche era ateo, pero no era humanista secular, ya que es un exponente de la
contra-ilustración y pionero de la corriente posmoderna.
6-Existencial: Como dijimos, el
humanismo secular no reconoce quimeras de mundos ni vidas ultraterrenales. Un
humanista encara su existencia de modo realista,
es decir, este mundo es el único existente, somos primates por lo tanto somos
animales y no existe el alma ni nada inmaterial o trascendental que nos
componga, vivimos una única vida para disfrutar y la vida humana en si misma
carece de sentido pre-establecido. Esto no quiere decir que debamos vivir de
forma pesimista alegando que nada tiene valor en la vida. El humano debe darle
un propósito a su vida sin creer que la vida posea en sí misma un sentido u
objetivo establecido, cosa que sería caer en un pensamiento teleológico religioso
(solo algún tipo de deidad seria capaz de configurar nuestra existencia de modo
que tenga un sentido u objetivo y
poneros allí a cumplirlo). El vacío de
un sentido frente a la existencia es una
de las principales razones por la
cual los humanos crearon las religiones, a la humanidad siempre le costó
entender que son causa del azar y que su vida no tiene sentido objetivo. Un
humanista se auto-propone “sentidos” (más bien objetivos) de vida útiles ala
humanidad, como vivir para aportar al progreso humano, vivir para ser personas
creativas que aporten a la cultura, vivir para ayudar al resto, etc. mientras
se busca su propia felicidad, su propio goce, la realización de sus placeres y
de su propia personalidad.
Proponerse “vivir” siendo
"bueno" para morir e ir al cielo es algo totalmente egoísta, inmoral
y estúpido; como también es estúpido no hacer lo posible por disfrutar de la
única vida que tenemos, o intentar disfrutarla mediante el amontonamiento de
bienes materiales.
7-Política: Democracia,
igualdad, progresismo, laicismo,y libertad. La gente debe ser culta para que la
sociedad funcione en democracia, al menos, culta sobre cuestiones sociales. El
humanismo tiene el deber de promover la educación pública, gratuita y de
calidad, para que así la democracia pueda funcionar. Me atrevería a decir que el socialismo es la
base política y económica del humanismo secular, así como la base del
socialismo es el humanismo. Pero para que el socialismo funcione, no debe ser
ni autoritario ni fruto de una revolución improvisada. El auténtico socialismo
jamás existió, y solo podrá existir cuando el humanismo secular sea algo
general. Ningún despotismo, tanto de gobernantes como de corporaciones privadas,
regirá sobre una sociedad humanista.
En
cuanto a la libertad, el humanismo secular reconoce (como lo hizo Bakunin) que
la libertad no puede ser realizada más que en sociedad y en la más estrecha
igualdad: “no soy verdaderamente libre más que cuando todos los seres humanos que me rodean son
igualmente libres”. Algunos de los valores principales del humanismo secular
son los de la Ilustración, “igualdad, fraternidad y libertad”. Estos deben
entenderse como las tres puntas de un triángulo, donde cada uno no puede realizarse
plenamente sin el otro. Un humanista es un fanático de la libertad, y por ello,
debe reconocer las imposturas de la libertad, como la visión que entiende por
libertad únicamente a la libertad de comercio. Esta visión de los llamados
“libertarianos” nada tiene que ver con la libertad como la entienden los humanistas
seculares.
8- Tecnológica:La
ética del humanismo secular también es un modo de guiarnos para con la técnica
y la tecnología de modo que estas sean utilizadas para provecho y desarrollo de
la humanidad. Por ejemplo, nos permite tener un base a la hora de analizar los
problemas y las consecuencias que
conllevan la creación o uso de artefactos, tecnologías y técnicas, como las
bombas de hidrogeno, el Internet, los alimentos transgénicos, el Derecho, la
política, etc. Aunque algunos artefactos
como las bombas de hidrógeno presentan conclusiones claras, como que
definitivamente no deberían existir, otras técnicas u tecnologías poseen
problemas éticos más ambivalentes o complejos donde el humanismo como base nos
puede generar un panorama más claro. En
cuanto al Derecho, tal vez nos haga pensar que éste deba empezar a basarse más
sobre las cuestiones éticas y científicas bien fundamentadas y menos en
convenciones, tradiciones y costumbres.
No son
propias de la visión humanista secular los planteos retrógrados del ludismo
moderno común en los movimientos místicos newage o la filosofía heideggeriana;
es un hecho innegable que la tecnología mejora la condición humana, aunque esta
necesita de conocimientos científicos, racionalidad y una consistente ética que
la guíe en su uso.Tanto sin tecnología como sin ciencia el progreso humano se
desmorona, y hasta la especie misma, por ejemplo: sin la biotecnología y la agrotecnología actual ponemos en riesgo
la salud y la vida de casi toda la población mundial. Además la tecnología, como ser la robótica,
libera al hombre de la esclavitud aún vigente, que es la esclavitud asalariada
del trabajo forzoso, repetitivo, degradante y autómata que puede ser reemplazado
por ésta, dejando así al hombre su vida para desarrollarse en lo que mejor ofrece su condición, como el arte, la
filosofía, la ciencia, el deporte, etc.
9- Filosófica: La racionalidad siempre será valoradaasí
como la experiencia y el rigor (racioempirismo). Un humanista irracionalista no
podrá sostenerse con firmeza en su postura.
Como ya
describimos en los puntos anteriores, el humanismo secular posee también una
ontología materialista (o naturalista) y también sistémica, una gnoseología
realista-crítica, cientificista y escéptica, una ética particular que la
distingue de, por ejemplo, el intuicionismo o el sentimentalismo, una filosofía
política liberal y progresista, etc. Es un completo sistema filosófico consistente
y en total concordancia con la filosofía de la ciencia actual.
Desde
el humanismo secular es necesario el emprendimiento de una la cruzada
intelectual contra el posmodernismo, ya que dicho movimiento filosófico atenta
contra todo lo que promueve el humanismo secular: la ciencia, la objetividad,
la razón, etc. El posmodernismo no es más que una impostura intelectual
antihumanista, fértil solo dentro del pensamiento mágico, que se puso de moda
entre los snobs a quienes les resulta más cómodo y fácil criticar la ciencia
que entenderla.
(Estos son solo algunas características del humanismo secular esbozadas de
forma sintética. No todos los humanistas seculares van a estar de acuerdo en
todos estos puntos ni van a darle igual valor, el humanismo no es una secta).
(Para ver una definición similar y
en la que me basé, ver Bunge 2001 “Crisis y reconstrucción de la filosofía cp
1)
El humanismo secular se fue construyendo de a poco a lo largo de la historia,
teniendo un comienzo en la filosofía de Grecia e India clásica, como en la
china de Confucio, una gran pausa durante la Edad Media, un despertar en el
Renacimiento y un auge en los periodos de la Ilustración y en el desarrollo de
la ideología socialista en el siglo XIX –incluyendo el anarquismo-.Aunque como
sistema filosófico conciso es relativamente nuevo. Entre los grandes humanistas
seculares podemos encontrar notables personas como Carl Sagan, Mario Bunge, Mijael Bakunin, Albert
Einstein, Bertrand Russell e Isaac Asimov.
Mi intención principal en este ensayo es demostrar que la postura humanista
tiene mucho más que ofrecer que la misantropía. No ofrezco como alternativa a
su antónimo; la filantropía, porque no
creo que se pueda pretender que alguien ame
-propiamente dicho- a toda la humanidad (que incluiría amar violadores y
asesinos). El humanismo secular no propone amar a todos los humanos, a todo el
género humano y a todo lo que la humanidad respecta; pero si propone un
sustento teórico o sistema filosófico sobre el cual pretende construir progreso
y bienestar, es más racional que sentimental o romántico.
Mientras
que la misantropía conlleva un sesgo pesimista por lo general, el humanismo es realista y propone mejorar por parte de
nosotros mismos. Mientras que la misantropía es inútil y pasiva, el humanismo
es activo y útil, ya que si hay
razones para odiar a la humanidad y existen los medios para poder combatir
dichas razones, es mejor tomar una postura que intente abolir los males que nos
aquejan. Si la misantropía pregunta ¿Qué importa el bienestar de la humanidad?
El humanismo responde; el bienestar de la humanidad importa porque los humanos
tenemos una única vida para disfrutarla y vale la pena luchar para ello. Mientras
que la misantropía conlleva a posturas antisociales y nocivas como el extremo
individualismo, el humanismo conlleva a la cooperación y a un altruismo
inteligente para sacarnos del pozo en que nosotros mismos nos metimos, sin
ignorar la importancia del desarrollo de la personalidad individual. Mientras
una es estéril y destructiva, la otra fértil y constructiva.
Invito a la misantropía a tomar acción sobre los aspectos detestables de
nuestra especie, y a mirar en el humanismo un yacimiento de donde extraer lo
necesario para la mejora de nosotros mismos.Solo los humanos podemos salvar a los
humanos.
Nota: no debe confundirse la misantropía con la introversión, la timidez, el
trastorno antisocial de personalidad o el disgusto por estar entre multitudes o
por los gustos populares. La misantropía, como la he definido, es el desprecio
voluntario por la humanidad, no, por ejemplo, el provocado por trastornos
psiquiátricos. Los pensamientos de la Derecha suelen ser un buen ejemplo de
misantropía.
Gran trabajo, me ha gustado mucho
ResponderEliminarEspléndido, me ha ayudado mucho
ResponderEliminarBuen trabajo muy bien explicado
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